viernes, 30 de mayo de 2008

Operacionalizando la botánica

Creo que es preciso hacer saltar los cerrojos que encierran la botánica en las aulas, los institutos y los jardines botánicos. Hay que superar el mundo dividido, por un lado en plantas y yerbas del conocimiento vernáculo en la vida de relación, y por otro, el mundo de las especies dentro de la ciencia, es necesario que la botánica alcance las calles, allí donde están las plantas y establecen una relación vital y/o simbólica con las personas, donde se cultivan y viven o perviven, y/o se transportan y/o se expenden y/o se consumen. Estamos en una época parecida a aquella como cuando los conocimintos botánicos eran parcela exclusiva de los curas en los conventos de las ordenes, experimentamos una nueva edad media, un neo oscurantismo que es preciso iluminar con una nueva etapa en la historia del hombre.

En parte, la ciencia botánica, de algún modo, está hipotecada, en el sentido en el que se considera exclusivamente una ciencia "natural", lo que implica la negativa a dejar que sea social. Pero esta ciencia en verdad, es muy dificil de aprisionar o, por decir mejor, de encajonar, ya que de modo explícito se estudia la relación de las plantas y los grupos humanos, es decir, la cultura asociada a la especies, y que en última instancia, se refiere a la relación del hombre y las plantas. Y no podría ser de otra manera, la relación del hombre con las plantas se remonta a la relación del mundo animal con el mundo vegetal, relación que es anterior y de base

Pero no se trataría de operacionalizar la botánica por operacionalizar la botánica, esta operacionalización lejos de ser un fin en si misma, es en realidad un medio para la consecusión de otros fines ajenos a la botánica, como lo puede ser nuestra identidad como mexicanos, en este momento de la globalización.